top of page

Síndrome del edificio enfermo

Si usted tiene los ojos, la nariz o la garganta irritados, o quizás padece de sequedad en las membranas mucosas, ronquera, respiración dificultosa, erupciones cutáneas, comezón, hipersensibilidad, náuseas, mareos y dolor de cabeza, lo más probable es que esté siendo afectado por el “síndrome del edificio enfermo”.

Cientos de trabajadores colombianos se enferman y no encuentran las razones de sus dolencias. Y es allí cuando se debe echar un vistazo al lugar de labores y determinar los factores que pueden incidir en la salud del trabajador.

Síndrome del Edificio Enfermo (Silo Buildings Syndrome), es un conjunto de molestias y enfermedades originadas en la mala ventilación, la descompensación de temperaturas, las cargas iónicas y electromagnéticas, las partículas en suspensión, los gases y vapores de origen químico y los bioaerosoles entre otros agentes causales identificados.

El tipo de dolencias que producen y estimulan estas situaciones es variado: jaquecas, náuseas, mareos, resfriados persistentes, irritaciones de las vías respiratorias, piel y ojos, etc. Entre estas dolencias las alergias ocupan un papel importante.

Diferentes fuentes

La contaminación del aire en estos sitios internos proviene de una serie de diferentes fuentes de contaminación la ropa, el mobiliario, tapicerías, alfombras y otros tejidos aportan al aire del interior del edificio fibras y otros contaminantes en forma de partículas. Los procesos de limpieza tales como barrer, quitar el polvo y pasar la aspiradora normalmente eliminan las partículas más grandes de suciedad, pero con frecuencia aumentan las concentraciones de partículas pequeñas en el aire. Es frecuente que el Síndrome del Edificio Enfermo aparezca en construcciones dotadas de aire acondicionado, que están aisladas del exterior para evitar pérdidas energéticas.

Y es que los sistemas de aire acondicionado han revelado que no presentan problemas cuando están bien diseñados, construidos con materiales adecuados, se encuentran ajustados a la temperatura apropiada para cada época del año y al trabajo que se realiza en el edificio y reciben un mantenimiento periódico.

Los aires acondicionados empiezan a presentar problemas cuando las conducciones de aire están mal ubicadas, el mantenimiento no es el correcto y cuando hay entradas externas de aire y se está recirculando el aire contaminado permanentemente.

Olores, ruido e iluminación también pueden llegar a producir fatiga en el empleado si no se encuentran dentro de los valores recomendados.

Edificio sano

Se dice que un edificio es sano cuando el nivel de bienestar térmico de sus ocupantes es ideal. Se concluye que los más apropiados para hablar de bienestar térmico medio, o valor medio previsto, que se mide en +3 (calor máximo) a –3 (frío intenso).

El cálculo del índice de bienestar medio se obtiene de variables, tales como la velocidad y temperatura del aire, humedad relativa, temperatura radiante media; el nivel de actividad de las personas y las características térmicas del vestido. Para completar el estudio se calcula el porcentaje de personas que se sienten incómodas en un ambiente determinado. Cuando el número insatisfecho supera el 10 por ciento del total de ocupantes se considera que el disconfort térmico es excesivo.

Además del calor, otras mediciones que se efectúan para averiguar si un edificio está enfermo son las de dióxido de carbono (no es contaminante pero se considera un indicador de la calidad del aire), de monóxido de carbono, de partículas, de fibras de compuestos orgánicos volátiles que, entre otros, se encuentran en el aire que respiramos.

Los síntomas de que un edificio está enfermo suelen ponerse de manifiesto más a menudo por las tardes que por las mañanas, y afectan primero al personal de oficina que el directivo con despacho propio. Las molestias son más frecuentes en los edificios públicos que en los privados y abundan más cuanto menor es el control de las personas sobre su entorno.

Los países más avanzados en las investigaciones sobre la salud de los edificios se encuentran en Estados Unidos. Allí se han determinado cuáles son los numerosos síntomas que presenta el empleado que trabaja en un edificio enfermo: irritaciones de ojos, nariz y garganta, sensación de sequedad en las membranas mucosas y piel, ronquera, respiración dificultosa, erupciones cutáneas,comezón, hipersensibilidades, náuseas, mareos y vértigos, dolor de cabeza, fatiga mental y elevada incidencia de infecciones respiratorias y resfriados.

Las víctimas de los edificios enfermos son millones en todo el mundo, y seguramente están ubicados en su mayoría en los países en vía de desarrollo. Los efectos de trabajar cada día 8 horas en un edificio enfermo son en general leves, aunque molestos.

Para pensar

Si usted como empleado o empleador quiere conocer si su edificio esta enfermo debe seguir las siguientes recomendaciones:

  • Lo primero que debe hacer es realizar una inspección inicial de la construcción.

  • Medir el CO2, humedad relativa y temperaturas en varios puntos.

  • Analizar el comportamiento de las fuentes iniciales incluyendo el contacto con los fabricantes y suministradores, material de construcción, productos de limpieza, posibles contaminantes interiores. Las instalaciones de climatización y ventilación de los edificios ocupan el primer lugar entre las causas de la aparición de malestar y de enfermedades.

  • Localización de los puestos de trabajo en relación con la situación de las rejillas y los puntos de posible recirculación del aire.

  • Inspeccionar el sistema de ventilación. Inspeccionar los conductos respecto a la posible contaminación, reservorios de agua y existencia de microorganismos.

Publicaciones destacadas
Entradas recientes
Archivos
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
bottom of page